Verona
Le prometieron un trabajo en la industria hotelera.
Reclutamiento
Una chica de su pueblo contactó a Verona y compartió información sobre una oportunidad de trabajo como camarera en el extranjero. Dada la pobreza que aquejaba a su familia, tomó la difícil decisión de irse para ganar dinero y mantenerlos. Aunque le costó despedirse, estaba decidida a brindarle a su hijo un futuro mejor.
Llegada a Eslovenia
Llegó a Eslovenia en avión y su futuro empleador cubrió los gastos de transporte. Además, le tramitó un visado de trabajo y le proporcionó un contrato para firmar, lo que le dio empleo oficialmente.
Él consiguió que ella tuviera un lugar donde vivir y la presentó al trabajo en un club nocturno.
Explotación sexual
Poco después de llegar a Eslovenia, se hizo evidente que su empleador tenía expectativas diferentes a las que ella había anticipado inicialmente. Le dijo que tendría que reembolsarle los gastos relacionados con su viaje a Eslovenia y la gestión del visado de trabajo y el alojamiento, lo que la colocó en lo que se conoce como... dependencia de la deudaPara pagar esta deuda, conservar su trabajo y también ganar lo suficiente para mantener a su familia, tendría que prestar servicios sexuales a los clientes del club nocturno.
Modus operandi
El empleador le exigía dedicación absoluta. Controlaba cuántas veces iba al baño en una noche, cuántas veces no sonreía y cuántas veces bebía agua. A final de mes, la penalizaba por los "errores" que, según él, había cometido (por ejemplo, no sonreír lo suficiente a los clientes, beber demasiada agua), obligándola a devolverle el dinero de su salario.
Recibía un salario mensual directamente en su cuenta bancaria oficial, llevaba consigo su pasaporte y vivía en un entorno adecuado. Por lo tanto, desde fuera, todo parecía estar en orden y conforme a la ley si llegaban la policía o los inspectores.
Criminalización forzada
Con el tiempo, su empleador comenzó a presionarla para que reclutara nuevas víctimas de su país de origen. Al resistirse, le mostró una foto de su hijo, revelando que había sido tomada ese mismo día, justo afuera de su escuela. Con esto, la obligó a acceder a sus exigencias y a seguir trabajando en esas difíciles circunstancias.
Cada vez que ella se quejaba, él respondía diciendo que le pagaban por su trabajo y que era cómplice del reclutamiento de nuevas víctimas de su país de origen. Añadió que, como tenía pasaporte, podía irse en cualquier momento si quería.
Investigación criminal y protección de las víctimas
Tras descubrir la policía la trata de personas y la explotación sexual en la discoteca, no se consideraba una víctima y no quiso ayudar. El miedo por su hijo y su familia la frenaba.
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