Desde entonces, he luchado incansablemente por la justicia. Fundé una organización sin fines de lucro llamada PIAM Onlus con las chicas que compartían mi experiencia. Éramos un grupo muy unido y contábamos con personas increíbles. Seguimos luchando. Nuestra organización participa en varios proyectos, todos ellos destinados a ayudar a las mujeres que sobrevivieron a la trata a emprender un nuevo camino en la vida. Mi función principal es la mediación cultural, y soy la responsable de la unidad de calle, la que se encarga de contactar con las mujeres que viven en la calle.

     Con PIAM onlus, diseñamos itinerarios educativos para mujeres y sus hijos en Nigeria. Enviamos a las mujeres a formación profesional para que aprendan un oficio. Impulsamos su profesionalización y capacitación, que buscamos fortalecer mediante alianzas locales. Si las madres pueden proveer el sustento a sus familias, sus hijos también podrán ir a la escuela. Este es nuestro objetivo principal: apoyarlas para que construyan una vida en su país.