La adicción al plástico en Japón: las consecuencias de los residuos en los derechos humanos

Blog de Tamy Seguiya Ohls

Entra en cualquier tienda de conveniencia en Japón y lo verás enseguida: plátanos sellados en film transparente, galletas empaquetadas una a una en una bolsa de plástico más grande, y luego esa bolsa se mete en otro contenedor de plástico al pagar. Es como un paquete dentro de otro paquete dentro de otro paquete, para cosas que realmente no lo necesitan.

El amor en Japón por los envoltorios individuales es intenso. Gran parte de ello se debe a valores culturales como la limpieza y la presentación de las cosas. A la gente le gusta que las cosas se vean limpias y ordenadas. Lo que antes se basaba en el cuidado y la atención al detalle ahora parece excesivo. Japón es, de hecho, uno de los países con mayor consumo de envases de plástico por persona, y el impacto ambiental es difícil de ignorar (Lee, 2022).

El comercio mundial de residuos plásticos es una injusticia ambiental, y el Sudeste Asiático está pagando las consecuencias. Países como Tailandia, Malasia y Vietnam se han convertido en vertederos de residuos plásticos provenientes de países más ricos, como Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y Japón. Esto no es reciclaje, es explotación. Tras la prohibición de China de importar residuos plásticos en 2018, otros países de la región tuvieron que lidiar con el aumento masivo de residuos, muchos de los cuales se vierten o incineran ilegalmente. Esto provoca una grave contaminación, contamina los suministros de agua, destruye cultivos y expone a las comunidades locales a riesgos para la salud, desde enfermedades respiratorias hasta daños ambientales a largo plazo. Lo que es aún peor es que muchos de estos países tienen regulaciones débiles, lo que permite que el comercio de residuos prospere sin control. Los países desarrollados se sienten cómodos "reciclando" sus residuos, pero en realidad, solo están trasladando la carga a naciones que carecen de los recursos para gestionarlos adecuadamente. Esto no es una solución global, es un problema global, y es hora de que los países más ricos dejen de entregar su basura a otros. (Foro Económico Mundial, 2019).

Este problema va más allá del daño ambiental; también es un problema de derechos humanos. Gran parte de los residuos plásticos de Japón termina exportándose a países del sudeste asiático, donde a menudo se vierten o incineran en condiciones inseguras. Esto pone en riesgo a las comunidades locales, exponiendo a las personas a aire y agua contaminados y a graves problemas de salud. Estas comunidades suelen tener menos recursos para protegerse, lo que lo convierte en un claro caso de injusticia ambiental (Foro Económico Mundial, 2019). Además, existe una responsabilidad mayor que todos compartimos: proteger el planeta para las generaciones futuras. Si seguimos produciendo y consumiendo plástico a este ritmo, estamos dejando atrás un mundo lleno de contaminación, desastres climáticos y menos recursos naturales. Actuar ahora no se trata solo de solucionar los problemas de hoy, sino de asegurar que el mañana siga siendo habitable.

Reconocer los derechos humanos de las generaciones futuras es esencial para orientar nuestras responsabilidades ambientales actuales. Los Principios de Maastricht sobre los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras (Principios de Maastricht, 2023) afirman que los derechos humanos, incluido el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible, se aplican plenamente a las generaciones futuras. Esta perspectiva se alinea con el concepto de justicia intergeneracional, que enfatiza que nuestras acciones no deben comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Además, la humanidad debe asumir la responsabilidad colectiva de proteger el medio ambiente para el bienestar de las generaciones futuras. Al reconocer estos principios, defendemos los derechos de quienes nos sucederán, garantizando que hereden un planeta capaz de sustentar la vida.

 

 

 

 

 

La gramática de este texto se revisó y corrigió mediante ChatGPT, un modelo de lenguaje de IA. Además, se realizaron sugerencias sobre la estructura y la organización del texto para mejorar su claridad y coherencia.

 

OpenAI, 2025. ChatGPT . https://chat.openai.com

 

Google DeepMind, 2025. Géminis 2.0. https://gemini.google.com/

 

Referencias

 

Lee, C., 2022. Atlas del Plástico Japón, Edición Especial: Una Mirada Más Detallada a la Gestión de Residuos Plásticos en Japón. [en línea] Fundación Heinrich Böll. Disponible en: https://kr.boell.org/en/2022/05/30/plastic-atlas-japan-special-edition-closer-look-japans-plastic-waste-management [Consultado el 10 de abril de 2025].

 

Foro Económico Mundial, 2019. Se descubre que el vertido de residuos plásticos en Asia destruye los cultivos y la salud. [en línea] Foro Económico Mundial. Disponible en: https://www.weforum.org/agenda/2019/04/dumping-plastic-waste-in-asia-found-destroying-crops-and-health/  [Consultado el 10 de abril de 2025].

 

Principios de Maastricht sobre los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras, 2023. Principios de Maastricht sobre los Derechos Humanos de las Generaciones Futuras. [en línea] Disponible en: https://giescr.org/en/our-work/on-the-ground/maastricht-principles-on-the-human-rights-of-future-generations   [Consultado el 10 de abril de 2025].

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