Del desperdicio al valor: cómo la acción comunitaria está revolucionando la sostenibilidad alimentaria
Blog de Tamy Seguiya Ohls
El desperdicio de alimentos es un desafío global que afecta tanto a los países ricos como a los países en desarrollo. Cada año, se desechan cantidades asombrosas de alimentos, mientras innumerables personas en todo el mundo luchan contra el hambre y la inseguridad alimentaria. Un informe del PNUMA de 2021 destacó este problema, revelando que en 2019 se desperdiciaron aproximadamente 931 millones de toneladas de alimentos. La mayor parte de este desperdicio se produjo en los hogares (611 millones de toneladas), seguido de los servicios de alimentación (261 millones de toneladas) y el comercio minorista (131 millones de toneladas). Esto significa que aproximadamente 171 millones de toneladas de la producción mundial total de alimentos se desecharon potencialmente: 111 millones de toneladas en los hogares, 51 millones en los servicios de alimentación y 21 millones en el comercio minorista (PNUMA, 2021).
En respuesta a este acuciante problema, los bancos de alimentos han surgido como una solución increíble e innovadora, que acorta la distancia entre el desperdicio de alimentos y las necesidades humanas. Estas instituciones vitales garantizan que los alimentos que de otro modo se desecharían lleguen a quienes realmente los necesitan. Este enfoque perspicaz aborda eficazmente el desperdicio de alimentos y, al mismo tiempo, ayuda a aliviar el hambre en las comunidades locales.
Incorporar la sostenibilidad en las acciones sociales va más allá de las simples prácticas ambientales; se basa en una comprensión amplia de cómo nuestras iniciativas afectan de forma interconectada al medio ambiente, la sociedad y la economía. Al adoptar un enfoque holístico, nuestro objetivo es encontrar un equilibrio entre las dimensiones ambiental, social y económica, contribuyendo así a la creación de comunidades más resilientes y equitativas. Este enfoque integral implica considerar no solo los impactos ambientales, sino también aspectos sociales como la equidad y la inclusión, y económicos como el desarrollo sostenible y el empleo digno. Así, hemos aprendido que la sostenibilidad no es solo una práctica aislada, sino una mentalidad y una forma de vida que busca armonizar diferentes elementos para promover un futuro más equilibrado y saludable para todos. Una comprensión holística de la sostenibilidad en las acciones sociales implica empoderar a las comunidades para que participen activamente en la construcción de un futuro más equilibrado donde el bienestar humano, la preservación del medio ambiente y el desarrollo económico coexistan en armonía.
En Lisboa, participé en un servicio de voluntariado donde miembros de la comunidad se unieron para romper el ciclo del desperdicio de alimentos. Esta iniciativa voluntaria no solo previene el desperdicio de alimentos, sino que también proporciona alimento a quienes más lo necesitan. Inspirada por esto, decidí explorar el tema de la iniciativa social y la sostenibilidad alimentaria para este proyecto, con el objetivo de comprender cómo las acciones voluntarias y la participación comunitaria pueden desempeñar un papel crucial en la creación de sistemas alimentarios más sostenibles y equitativos.
Refood: una idea sencilla con impacto transformador
Refood es una ONG portuguesa dedicada a combatir el desperdicio de alimentos y el hambre en las comunidades locales. Refood organiza voluntarios para recolectar alimentos que, de otro modo, serían desechados por establecimientos como restaurantes y supermercados, y luego los distribuye a personas en situación de necesidad. Su enfoque comunitario es único, involucrando a los residentes como voluntarios que participan activamente en la recolección y distribución de alimentos. Además de reducir el desperdicio, Refood fortalece los lazos de solidaridad entre los miembros de la comunidad. Resulta que la idea más simple puede tener un impacto transformador.
En 2011, Hunter Halder, un estadounidense residente en Portugal desde hacía dos décadas, cuestionó la discrepancia entre las personas que pasan hambre y el desperdicio de comida en restaurantes. Impulsado por esta pregunta, decidió actuar. De este impulso nació la asociación. Hunter Halder inició su primera recogida de alimentos en cafeterías y restaurantes, recorriendo las calles en bicicleta. La simplicidad de la idea resultó ser totalmente viable. Hunter Halder compartió su enfoque inicial: estudió la zona e identificó a 285 posibles donantes. Sin embargo, se enfrentó a un desafío logístico: se preguntó cómo lo haría en bicicleta y se dio cuenta de que no sería posible. Entonces empezó a restringir, reduciendo el tamaño de la zona, pero seguía siendo inviable. Continuó cortando hasta que solo le quedaron siete manzanas y 45 fuentes de alimentos. Respetó los horarios de cierre, dividió el trabajo en dos turnos y confirmó que era posible. Empezó a contactar con las cafeterías y restaurantes de la zona. De los 45 establecimientos, 30 aceptaron participar en la iniciativa. Su primer acercamiento fue con Carlos, el dueño de la pastelería frente a su casa. Le preguntó si sobraba algo al final del día que se desperdiciara, y Carlos le explicó que le quedaban pocas sobras del almuerzo, como sopa, pan y algunos pasteles. Así que le propusieron que, al pasar al final del día, Carlos aportara lo que sobrara. Aceptó, aunque fuera poca cantidad. Con la primera adhesión garantizada, el proceso se repitió en los demás establecimientos. Muchos objetaron, alegando que sobraba poco y que no valía la pena, pero él insistió, defendiendo la idea de que valía la pena rescatar los alimentos destinados a la basura. Al final, los 30 establecimientos se convencieron de participar en la iniciativa (Coelho 2014).
En Portugal, más de 60 centros locales están activos, dedicados a atender las necesidades de sus comunidades. Cada centro local de Refood desempeña un papel crucial en el rescate de alimentos, la alimentación de las personas y la participación de la comunidad en esta misión colectiva que beneficia a todos. Cualquier persona interesada puede proponer la creación de un centro de Refood, movilizando a amigos, familiares y miembros de la comunidad. Tras contactar con Refood (nacional o global), se puede formar un Equipo Pionero de Refood para iniciar la recolección de alimentos a pequeña escala, entregarlos a instituciones colaboradoras y difundir la labor en redes sociales. El Equipo Pionero se encarga de invitar a la comunidad a participar, celebrar reuniones públicas para reclutar voluntarios e investigar el barrio donde operarán. El equipo se organiza internamente, desarrolla su plan de acción y continúa rescatando alimentos para alimentar a quienes los necesitan, documentando su trabajo. Posteriormente, el equipo elige un centro de operaciones, ejecuta su plan, invita a colaboradores a ayudar a remodelar el espacio, adquiere e instala el equipo necesario, e identifica e invita a las fuentes de alimentos cercanas. Tras la inauguración del centro operativo, el equipo continúa interactuando con socios y beneficiarios, planifica sesiones de capacitación, celebra una segunda reunión pública para atraer nuevos voluntarios y socios, y define la fecha de inauguración y el inicio del servicio completo. Se forma el equipo, tanto en línea como presencialmente, y se invita a la comunidad a la inauguración pública.
Los voluntarios se organizan en grupos de gestión, compuestos por un equipo de voluntarios dividido en cinco áreas específicas de actividad. Cada grupo se dedica a una carpeta específica: voluntarios, beneficiarios, operaciones, fondos comunitarios y liderazgo. El liderazgo, a su vez, coordina todas estas áreas para garantizar una gestión eficaz e integrada de las actividades. Los voluntarios de ruta realizan una serie de tareas cruciales para el proceso. Al llegar, se desinfectan las manos, se ponen sus chalecos salvavidas y preparan bolsas específicas para mantener la temperatura de los alimentos. Después, siguen un horario predeterminado para visitar diferentes establecimientos, como restaurantes, supermercados, fruterías y pastelerías, donde recogen las sobras. A su regreso, las donaciones se pesan, se registran con información sobre el origen y la hora, y se almacenan en los refrigeradores de la organización. Este cuidadoso enfoque garantiza la correcta manipulación y la preservación de la calidad de los alimentos rescatados. Los voluntarios que trabajan en el centro desempeñan un papel vital en el proceso. Al llegar, retiran todas las donaciones almacenadas en los refrigeradores del día anterior, evaluando cuidadosamente los alimentos disponibles para distribuirlos entre las familias atendidas. Un tablero con información para las familias, incluyendo los horarios de recogida, sirve de guía. Los voluntarios verifican cualquier indicación especial, como necesidades dietéticas específicas, por ejemplo, para personas con diabetes. Esta atención al detalle garantiza que la distribución se realice de forma personalizada, priorizando las necesidades individuales de cada familia, como en el caso de los yogures y la leche para las familias con niños.
Las familias son seleccionadas por un equipo que visita iglesias, parroquias, conferencias vicencianas y trabajadores sociales de diferentes centros. Este equipo realiza preguntas para identificar a las familias que necesitan asistencia alimentaria. Se han identificado varias familias, se han entrevistado y se han visitado sus domicilios para verificar la necesidad real de ayuda de Refood. Este cuidadoso proceso de selección garantiza que la asistencia se dirija a las familias que realmente la necesitan. Las familias también tienen la opción de registrarse en el sitio web de Refood para recibir asistencia alimentaria.
Movilización comunitaria: el poder de uno
La movilización comunitaria es una forma de unir a las personas para abordar condiciones sociales problemáticas. Como esfuerzo colectivo intencional, la movilización requiere sólidas habilidades analíticas, políticas e interpersonales. Un elemento crucial de estas habilidades para los organizadores profesionales implica un patrón continuo de planificación sistemática, puesta en práctica, reflexión (teorización) y acción estratégica para construir un grupo capaz de alcanzar sus objetivos. La organización comunitaria tiene sus raíces en la tradición de la reforma profesional del trabajo social y en valores como la autodeterminación, la autonomía, el empoderamiento y la justicia social. Por lo tanto, este curso es particularmente relevante para la práctica directa y la defensa de grupos desfavorecidos en la sociedad, como minorías étnicas y raciales, personas de bajos ingresos, mujeres, personas mayores y personas con discapacidad (UNIVERSIDAD DE MARYLAND, 1999).
El poder de la acción individual y la movilización comunitaria
Este texto destaca cómo una sola persona puede generar un cambio significativo mediante la pasión, la determinación y la voluntad de actuar. Su iniciativa, en el contexto del proyecto Refood, demuestra que acciones aparentemente pequeñas pueden generar resultados enormes, trascendiendo las comunidades locales para influir en todo un país e incluso en otros. Esto demuestra la capacidad transformadora de cada persona y el papel vital de la participación personal y la acción ciudadana para generar un impacto social positivo.
Enfoque holístico y amplio impacto
La iniciativa Refood ejemplifica un enfoque holístico para abordar problemas sociales complejos. Al abordar el desperdicio de alimentos, apoyar a familias vulnerables y fomentar la participación comunitaria, demuestra una profunda comprensión de los desafíos sociales interconectados. Esta estrategia integrada no solo logra objetivos mensurables, como el gran número de beneficiarios, voluntarios y comidas proporcionadas, sino que también genera importantes beneficios intangibles. Estos incluyen el fortalecimiento de los vínculos sociales, el desarrollo comunitario y un impacto positivo en la salud mental de los voluntarios, como sugieren las investigaciones (Nichol et al., 2023). La iniciativa demuestra que cada gesto, independientemente de su magnitud, es valioso para construir comunidades más fuertes y solidarias y lograr un cambio positivo duradero.
Referencias
Coelho 2014. A ideia mais simples, afinal, era possível. Último acceso 1.6.2024 https://www.publico.pt/2014/12/28/sociedade/noticia/a-ideia-mais-simples-afinal-era-possivel-1680505
ReFood 2023. Último acceso: 1.6.2024 https://re-food.org/
UNIVERSIDAD DE MARYLAND 1999. ORGANIZACIÓN COMUNITARIA. Último acceso: 1.6.2025 https://comm-org.wisc.edu/syllabi/soifer.htm
PNUMA 2021. Informe del Índice de Desperdicio de Alimentos del PNUMA 2021. Último acceso: 1.6.2025 https://www.unep.org/resources/report/unep-food-waste-index-report-2021
Revista Penha de França 2023. Refood, un proyecto que procura voluntários. Edición 92, diciembre de 2023.
Generado por Gemini (2025). Banco de alimentos con voluntarios que donan alimentos a familias. Disponible en: http://googleusercontent.com/image_generation_content/0 Consultado: 5.6.2025.
