Proceso de integración exitoso: ¿Qué importancia tienen las funciones de los medios de comunicación en relación con la representación de la migración y la huida?

Blog de Bernadett S.

La migración y los refugiados son temas de enorme importancia global. Aunque las causas son diversas, como por ejemplo motivos económicos, guerras, problemas medioambientales, etc., existe un deseo común de una vida mejor. A medida que más y más personas huyen y migran, se vuelve más importante encontrar una manera responsable de abordar la migración. Los medios de comunicación juegan aquí un papel importante. Cumple valiosas funciones sociales en la socialización que moldean decisivamente las normas y valores de una sociedad. En los medios de comunicación, los grupos migratorios se mencionan específicamente caso por caso y, a menudo, en un contexto orientado a los problemas.

A los medios se les conoce como el cuarto poder debido a su función política esencial. A través de su contenido, los diferentes medios sirven como una experiencia indirecta y, por lo tanto, contribuyen significativamente a la formación de prejuicios, valores y normas. En consecuencia, ejercen una enorme influencia a la hora de tratar con las personas que huyen y migran. Este trabajo tiene como objetivo crear conciencia sobre la necesidad de examinar y cuestionar más atentamente los contenidos de los medios de comunicación relacionados con la migración y la huida.

Representación mediática de la migración y la huida

La representación mediática de la migración y la huida es un tema candente en los discursos sociales y políticos. Es un campo político emocional y significativo caracterizado por opiniones disidentes. Los medios desempeñan papeles cruciales en la formación de opiniones y juicios,
ejerciendo una influencia significativa en nuestra sociedad y política. 

Desafortunadamente, cuando se trata del tema de una sociedad inmigrante, la representación de los medios apenas utiliza un enfoque racional de creación de consenso, sino que más bien fomenta y solidifica conflictos en la esfera pública. Se centran cada vez más en símbolos como el velo y la mezquita, y en debates de integración cargados de emociones, como el terrorismo y las crisis de refugiados. Es preocupante que estas representaciones públicas y mediáticas alcancen un estado de permanencia y casi se institucionalicen. (Arslan, 2019, pág. 172.)

Los medios de comunicación dirigen la percepción de los procesos migratorios. Además de muchas otras funciones, los medios cumplen una función de integración. Sin embargo, en la práctica se observa lo contrario. En lugar de integración, fomentan líneas de conflicto y segregación. Las investigaciones científicas revelan que los informes sobre ciertos grupos de inmigrantes, como los de fe musulmana o los refugiados, son generalmente específicos y centrados en cuestiones, dominados por un enfoque orientado a los problemas. 

Escapar de estos símbolos y clasificaciones negativas es un desafío porque los propios grupos de migrantes afectados tienen pocos espacios de articulación. En cambio, luchan constantemente con adscripciones y discursos en política. La falta de derechos de participación significativos resulta cada vez más en una asimetría de poder político y mediático. 

Esto significa que los individuos no poseen las mismas oportunidades de acción. Los individuos afectados se clasifican en función de características atribuidas, diferenciándose así del resto de la sociedad. A través de esta asimetría de poder, los refugiados y los grupos de inmigrantes experimentan una homogeneización. En términos coloquiales, esto se denominaría “estereotipos” (Arslan, 2019, p. 173).

Es crucial enfatizar que los medios juegan un papel decisivo en la construcción de la realidad. La información de los medios moldea significativamente la visión del mundo de las personas. Por tanto, la forma en que los medios retratan sus contenidos es sumamente relevante.

La práctica demuestra que los reportajes sobre extranjeros y refugiados suelen producirse cuando los temas son lo más dramáticos y sensacionalistas posible. En consecuencia, la cobertura está llena de violencia, caos, brutalidad y desorden. A través de esto, los medios construyen una realidad en la que los migrantes y refugiados son retratados como “peligrosos”, “lamentables” o “inútiles”. Se acuñan y emplean términos como “islamización” o “inundación de solicitantes de asilo”. Estos términos reproducen y difunden estereotipos y miedos (Arslan, 2019, p. 174).

Las repercusiones se manifiestan tanto dentro de la sociedad receptora, que muestra resentimientos hacia los refugiados y migrantes, como dentro de la población migrante que experimenta sentimientos de exclusión. Dado que los informes de los medios sobre este tema se perciben
Como experiencia indirecta, da forma y estructura las percepciones que la sociedad receptora tiene sobre la sociedad inmigrante. La población se siente validada en sus prejuicios, reforzando y formando estereotipos cognitivos. En consecuencia, surge un comportamiento discriminatorio.

Como se mencionó anteriormente, estas representaciones dominadas negativamente impactan fuertemente los procesos de integración de una sociedad. Los inmigrantes son vistos como un “problema”. De este modo, las crisis socioeconómicas se transforman en crisis étnicas. Esto significa que los problemas sociales se distorsionan mediante la culturalización y la etnicización. 

Los medios de comunicación suelen interpretar los conflictos como cuestiones religiosas y étnicas. Este enfoque sesgado no sólo simplifica las cosas para el sistema de población dominante sino que también las despolitiza. Al resaltar los orígenes en los informes, las acciones y eventos se asocian con la nacionalidad. 

Se crean minorías, fortalecidas por la mayoría privilegiada. Este fenómeno no sólo estigmatiza a los “extranjeros” sino que construye una “identidad nacional”. La clasificación negativa de los migrantes tiene el propósito de resaltarse a uno mismo y a “su comunidad”. De esta manera se promueven y solidifican tendencias racistas. Los medios desempeñan un papel central en el racismo intelectual, institucional y cotidiano (Arslan, 2019, p. 174 y siguientes).

Conclusión y opinión personal

En mi entorno inmediato puedo observar la enorme influencia que tienen los medios de comunicación sobre los prejuicios sobre la migración. Personalmente, me entristece escuchar a personas hablar negativamente sobre la migración, especialmente cuando provienen de personas que no tienen experiencia o contacto directo con este tema. No son conscientes de los desafíos que enfrenta la gente cuando construye una nueva vida en un país extranjero. Considero que informar unilateralmente es peligroso y conducente a fomentar el racismo. Por lo tanto, creo que es crucial utilizar múltiples fuentes diversas de información y cuestionar críticamente el contenido.

Fuentes

Arslan, E. (Ed.), 2019. Symbolische Ordnung und Flüchtlingsbewegungen in der
Einwanderungsgesellschaft. Wiesbaden: Springer Fachmedien Wiesbaden.

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